Desde marzo 2020 que el mundo se ha visto afectado por la primera pandemia del siglo 21.  Los países del mundo se vieron afectados, enfrentando algo no vivido por nuestra generación en los años pasados y con un efecto tan global que nadie estaba preparado para poder manejarlo.

Tanto para los gobiernos, las empresas y las personas, esta pandemia trajo un desafío mayor al ser una de las formas de evitar el contagio, el aislamiento. Las empresas y los distintos rubros, entre ellos la minería, no han estado ajeno a toda esta pandemia.  Con las cuarentenas, la paralización de los viajes, el cierre de fronteras y el alto nivel de contagio, las faenas mineras debieron pausar su trabajo y reformularse para volver a retomar su rutina de forma segura para sus trabajadores y clientes.

Los campamentos mineros han tenido un gran cambio para lograr el distanciamiento entre los trabajadores, modificando los turnos de los empleados, muchas veces ampliándolos a largas jornadas mensuales, de modo de tener un menor número de trabajadores por turno en ellos.  Igualmente, el sistema de casinos para la alimentación, sufrieron modificaciones y ausencia de personal.

Muchos trabajadores de la minería se han contagiado, y se han implementado aislamientos en el mismo campamento como en algunas ciudades anexas y también se han implementado el requisito de tener test PCR antes y al término de cada turno.

Pero no todo ha sido negativo; han surgido soluciones basadas en la tecnología que han ayudado muchísimo a la industria. El buen manejo de la información ha posibilitado la continuidad de los sistemas productivos, ya que ha significado la posibilidad de implementar un trabajo remoto que antes era imposible, impensado o de muy baja aplicabilidad. Se han implementado tecnologías que, si bien ya existían, su uso era mínimo y ahora cada día son más valoradas. Los drones son usados en muchas formas, el manejo remoto de tecnología de palas, correas y otras es una realidad.  Si bien se cuenta con las mediciones de las variables que pueden caracterizar el proceso, el manejo de los datos, ahora genera todo un desafío.  Por ejemplo, un sensor de temperatura de una correa nos puede indicar el correcto funcionamiento mecánico de ésta, pero si complementamos esto con la medida del tonelaje transportado y la variación de él, se puede obtener información que mejore la operación; la ocurrencia de estos hechos en el tiempo genera patrones de comportamiento y mientras más variables medimos tenemos una mayor generación de datos, siempre y cuando se contemple la analítica de ellos para lograr mayores beneficios.

Ya definido el nuevo escenario (cambios brutales y vertiginosos), los diagnósticos comienzan a aflorar en las diversas áreas industriales, en la minería se observa que la recopilación de datos es fundamental, y para tener buenos datos, son necesarios los sensores, esto representa el primer desafío, que consiste en desarrollar dispositivos capaces de capturar variables básicas medibles como la temperatura, deformaciones, fuerza, desplazamientos, voltaje, corriente, u otras más complejas y compuestas como son la presión, áreas, volúmenes, densidades, etc., estos elementos hoy en día llamados transductores transforman las señales medidas en datos que generaran la información, en este factor jugaran un importante rol la manufactura avanzada basada en impresiones 3D en metal, maquinas capaces de hacer piezas que en forma convencional no son posibles.  Pero este es solo un factor, pues se debe transmitir la información de la forma más fidedigna y segura, hoy en día con la aparición de WIFI, Bluetooth y la implementación del 5G, se espera obtener mejores resultados.

Ya obtenidos los datos y su posterior transmisión y almacenamiento se presenta como otro factor el problema del análisis de ellos, es aquí donde hay otra oportunidad para nuestra industria, pues principalmente se requiere de una generación de software que permita relacionar en forma coherente los datos, si agregamos la variable temporal a las medidas, es posible hacer predicciones, basadas en los comportamientos previos, como resultado tendremos sistemas expertos que podrían ser autónomos en el futuro (IA).  Tanto en el factor de generación de transductores y la analítica de los datos, tenemos ventajas en el área minera, dado que hoy en día representa prácticamente la única industria chilena que puede alcanzar en el corto plazo, clase mundial.  No quiero dejar fuera la industria frutícola, acuicultura y viñedos otro de nuestros grandes soportes.

Aún estamos viviendo esta pandemia y es difícil imaginarse volver a la normalidad que antes conocíamos, pero nos haremos más fuerte desarrollando tecnologías (sensores, baterías, transmisión de información, procesamiento, etc.), manejando mejor los datos y transformándolos en información valiosa y porque no decirlo, generando formas de trabajo nuevas para poder seguir fortaleciendo nuestra minería.