“La revolución tecnológica asigna un gran valor a la cercanía con el cliente, a la flexibilidad, la capacidad de respuesta y la variedad y calidad de los servicios asociados a los productos comercializados, con lo cual abre oportunidades de mercado insospechadas para una amplia variedad de empresas”

A partir de la formación del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, surgió la oportunidad de reestructurar del sistema de fomento a la innovación en Chile, que lidera la Corfo, y que busca, entre otras cosas, fortalecer y sofisticar la matriz productiva del país, impulsando también el desarrollo e investigación, el desarrollo regional, la generación de nuevas actividades económicas y la innovación y el emprendimiento, para generar un mejor modelo de desarrollo productivo.

En este contexto el Gerente de Capacidades Tecnológicas del Corfo, Fernando Hentzschel, conversó sobre el programa de Manufactura Avanzada, que potencia el fomento productivo y el desarrollo de más y mejores industrias en el país, mejorando las brechas tecnológicas existentes.

 ¿Cómo ha ayudado a la Manufactura Avanzada al mundo y por qué es fundamental que Chile se sume a la denominada IV Revolución Industrial?

La manufactura es parte de la estructura central de toda economía moderna, ya que, a través de procesos industriales a pequeña, mediana o gran escala, transforma materia prima en productos elaborados, funcionales y necesarios para otras industrias, así como también, para la población, que serán ofrecidos en el mercado tanto nacional como internacional, impulsando el sector secundario de la economía fortaleciendo la actividad económica en cada país.

Sin embargo, los diagnósticos realizados a la fecha sobre la manufactura chilena, tales como los realizados por el grupo de trabajo en Manufactura de SOFOFA, el Consejo Nacional de la Manufactura o el Programa Transforma de Manufactura Avanzada apoyado por Corfo, evidencian que ésta presenta hoy una baja productividad, escasa sofisticación tecnológica y limitadas capacidades de absorción tecnológica, lo que ha redundado en una caída sostenida en su participación al producto interno bruto en la última década, constatándose una disminución del número de establecimientos manufactureros y del empleo asociado a este rubro.

En este contexto, es que irrumpe el concepto de Industria 4.0 que fusiona digitalmente diversas disciplinas para asegurar la satisfacción de clientes y la personalización de servicios manufactureros. Esta revolución tecnológica asigna un gran valor a la cercanía con el cliente, a la flexibilidad, la capacidad de respuesta y la variedad y calidad de los servicios asociados a los productos comercializados, con lo cual abre oportunidades de mercado insospechadas para una amplia variedad de empresas, especialmente pequeñas y medianas que tradicionalmente no lograban competir con los sistemas tradicionales de manufactura, preferentemente basados en economías de escala.

Si bien, esta transformación puede abrir nichos de oportunidad en diversos ámbitos, en Chile es de especial relevancia en aquellos donde el país tiene “industrias tractoras” que son líderes a nivel global, como, por ejemplo, la minería, la acuicultura, la agroindustria, industria de la madera, construcción, las energías renovables y por cierto en la promisoria Industria del Hidrogeno Verde.

Este programa fomenta una dinámica asociativa entre desarrolladores y proveedores tecnológicos, Centros y universidades y las empresas chilenas ¿Cuáles son los resultados concretos con los que se cuenta?

A la luz del despliegue global tanto de los conceptos como de las tecnologías habilitantes para la Manufactura Avanzada se realizó un levantamiento para conocer también la realidad nacional en este ámbito. Si bien se habían identificado empresas chilenas que ya tienen expresiones de manufactura avanzada, estas son minoritarias. Ejemplo son los hallazgos del diagnóstico del Programa de Manufactura Avanzada, el cual verificó que sólo alrededor de 200 empresas tenían expresiones de este tipo. De esta manera, varias pymes han avanzado en los procesos de automatización y robótica de procesos manufactureros (aditiva en polímeros, metales o cemento), y unas pocas han logrado integrar procesos de manufactura con tecnologías digitales para avanzar a productos con servicios de alto valor agregado.

Ante este escenario, es que el 2018 desde Corfo se lanza la convocatoria a conformar una serie de Programas de Desarrollo llamada “Hacia una manufactura avanzada a partir de la revolución tecnológica”, donde se adjudicaron tres programas tecnológicos que buscan entregar soluciones tecnológicas que le permitan a la industria manufacturera nacional ir transitar desde sus procesos tradicionales hacia a una manufactura avanzada, aprovechando las bondades de la revolución 4.0, que, como resultados de su cartera de proyectos se pueden destacar iniciativas tales como:

  •  Arneros inteligentes: se han fabricado tarjetas electrónicas con sensores inerciales para medición de vibraciones y arreglos resistivos para medición de desgaste de caucho de mallas de harneros mineros integrados con sistema de energización inalámbrica, dispositivos de manejo de energía, recarga de batería interna, microcontroladores de bajo consumo para cálculo numérico de funciones de monitoreo, empaquetamiento de datos, almacenamiento temporal de mediciones, configuración de modos de operación y control de puerta de comunicaciones wireless, embebidos en resina epóxica resistente a condiciones de fabricación, vulcanizado en frío en nuevo modelo de mallas de caucho con porcentaje de pasada de material de acuerdo a requerimientos de proceso industrial. Desarrollado por el Programa Tecnológico HAMA “Sensorización y manufactura aditiva para una manufactura avanzada”, liderado por la Universidad de Concepción en co-ejecución con la Universidad Católica de la Santísima Concepción e Inacap.
  • Impulsores de bombas: se diseñó y desarrolló un impulsor para la industria minera manufacturado con en titanio y acero mediante impresión metálica, bajo norma de los materiales para su uso en la industria minera. Esta pieza permitirá prescindir del costo y tiempo de manufactura de utillajes necesarios en fundición reduciendo, a su vez, tiempo de manufactura y reducción de peso. Desarrollado por el CEM 3DX: Consorcio Empresarial de Manufactura 3D en Chile, liderado por Fundación Leitat Chile en coejecución con Asexma Chile A.G, Comercial Nicem Existe S.A. (España) y Renishaw (España).
  • Sistema automático de recuperación de componentes metálicos: sistema que permite recuperar de forma automática elementos metálicos de desgaste, utilizando scanner 3D, robot soldador y algoritmos de impresión 3D. Se han realizado pruebas tanto en laboratorio como con la empresa asociada Sandiman, con el objetivo de validar la herramienta software e incorporar su funcionalidad al flujo de trabajo del robot. De esta manera, se ha demostrado la capacidad del Programa para poder dar respuesta a los requerimientos que han comentado las empresas participantes, tales como, la posibilidad de hacer una reparación específica en la zona donde se presenta la falla mediante el cálculo de una trayectoria, a partir de la información recogida durante la etapa de escaneo de la pieza dañada. Desarrollado por el Programa Tecnológico Innovación en Manufactura Avanzada, liderado por la Universidad de Chile en co-ejecución con Asimet A.G, Sergio Seguel y Cía Ltda., Universidad de Santiago de Chile y la Universidad Tecnológica Metropolitana.

Y sobre los desafíos de futuro, Usted ha mencionado que existe una nueva Política Industrial ¿Existe algún proyecto desde la Corfo para continuar con el programa de Manufactura Avanzada que termina en el 2024?

 Desde Corfo, hemos visto cómo durante estos años los programas sido capaces tanto de desarrollar tecnologías como de efectivamente transferirlas a las industrias o al menos a algunas empresas específicas de éstas. Creemos que esto es gracias al modelo de intervención de los Programas Tecnológicos, donde desde el diseño de las postulaciones, así como a lo largo de todo el desarrollo de los programas se enfatiza mucho en la constitución de gobernanzas que pongan las industrias al centro, desde provienen la demandas reales o problemáticas que requieren de soluciones tecnológicas, y no al desarrollo tecnológico por sí solo, que suele estar más asociado a la oferta.

Ahora respecto a la nueva política industrial que mencionas. Efectivamente queremos avanzar hacia un modelo de desarrollo productivo sostenible que sea más inclusivo y sustentable, territorialmente equitativo y basado ya no en la simple extracción y exportación de recursos naturales, sino en actividades cuyo valor depende más de la ciencia, la tecnología y la innovación.

Para ello finalmente contamos con un a ley de presupuesto 2023 que nos permitirá poner estos énfasis, tampoco se trata de “elegir sectores ganadores” para desplegar sobre ellos el apoyo estatal, sino que comprende abarca un conjunto de iniciativas públicas que buscan mejorar estructuralmente el desempeño de diversos sectores económicos dentro de un país, incluyendo tanto instrumentos horizontales (genéricos) como acciones más orientadas por desafíos de sectores o áreas específicas.

La Manufactura Avanzada permite aumentar la productividad y la sostenibilidad de las empresas que adscriben a la tecnología ¿Por qué cuesta tanto este círculo virtuoso entre academia y empresa?

Efectivamente, tanto las virtudes de las tecnologías de Manufactura Avanzada asociadas al aumento de la productividad tanto del sector manufacturero como los sectores atendidos por esta industria están a la vista y abundan estadísticas internacionales al respecto, y hoy, gracias a estos programas tenemos también ejemplos de las oportunidades que ésta brinda en un tejido productivo como el nuestro. También han permitido evidenciar los beneficios de desarrollo de tecnologías específicas a los problemas que nuestras empresas tienen versus el statu quo e incluso la adquisición de tecnologías genéricas. Esto ha sido gracias que estos Programas Tecnológicos de Corfo obligan a acercar ambas partes, academia y empresas. Focalizando sus alianzas entorno a desarrollo tecnológicos, no solo atingentes a las empresas participantes si no con potencial multiplicativo a otras empresas.

Esto, obliga a ambas partes salir ligeramente de su zona de confort, que en el caso del privado suele ser el benchamark tecnológico internacional entre proveedores consolidados, y en el caso la academia el desarrollo de tecnologías orientados desde la oferta de conocimiento cuyo horizonte suele ser un piloto a escala industrial.

Sin embargo, se omite muchas veces la parte más importante de estos desarrollos, que es transformarlo en un producto o un servicio permanente para la empresa, lo que implica transferir esta tecnología muchas veces a un tercero que son las empresas de bases tecnológica, capaces de empaquetar, mejorar continuamente y/o prestar los servicios de mantención bajo estándares industriales.

Para que estas alianzas tecnológicas ocurran necesitamos un ecosistema de innovación y desarrollo tecnológico productivo robusto, que incorpore la visión de innovar para superar los distintos vaivenes de los mercados, y las cada vez más frecuentes oleadas tecnológicas.