Hoy en día son diferentes instancias privadas y gubernamentales las que están empujando los procesos de transformación para avanzar hacia la Industria 4.0 y Manufactura Avanzada, pero falta celeridad, ya que vemos procesos de transformación pero no vemos que estén extendidos a todos los ámbitos del quehacer de la industria nacional.

En el año 2016 cuando se da inicio al Programa Estratégico de Manufactura Avanzada (PEMA) de CORFO, aún nosotros no visualizábamos la aceleración con que estos cambios se empezarían a producir, pero al menos comenzamos a avanzar. Hoy a cuatro años vemos avances en algunos ámbitos del ecosistema nacional, producto de distintos actores que se han sumado a la cuarta revolución industrial.  Uno de estos avances son los tres Programas Tecnológicos de Manufactura Avanzada que responden a necesidades específicas de la industria en Manufactura Avanzada, pero necesitamos que más empresas se acerquen a ellos porque las capacidades tecnológicas avanzadas se están desarrollando en manufactura y están siendo disponibilizadas para desarrollar soluciones concretas a problemas concretos de la Industria.

Otro importante avance es el empuje de ASIMET, que recientemente lanzó una propuesta de Plan de Reactivación Industrial 2020 muy interesante que considera aspectos específicos para fomentar y acelerar la adopción de la Industria 4.0 a nivel nacional. Además tenemos las actividades de Expande de Fundación Chile que habilita la instalación de capacidades tecnológicas locales que conduzcan al desarrollo de una industria minera más sostenible, competitiva y global, a eso sumamos Alta Ley con su Roadmap 2.0, luego nuevamente a la Fundación Chile con el “Roadmap: Digitalización para una Minería 4.0” y 8SAT de ACTI/CODELCO donde las últimas semanas hemos tenido interesantes exposiciones en los temas de TD para la minería.

Por lo tanto, en el ecosistema minero vemos que hay avances, pero debemos traspasar ese ámbito e incorporar idealmente a las otras industrias nacionales de importancia, como son: Construcción, Alimentos (acui, agro, agri) y Enegía, donde faltan aún iniciativas más transversales.

En el ámbito tecnológico vemos que ya es común ver soluciones que están usando los datos de la minería y además en los propios proveedores mineros, para desarrollar soluciones con mayor valor agregado, que sin duda son la base de los procesos de cambio hacia la Industria 4.0. Pero nos faltan algunos referentes o como se dice en la jerga de los procesos de cambio, algunos quick-wins de manera que muchas otras empresas puedan ver como empresas nacionales capturan las nuevas oportunidades que nos trae la Industria 4.0 y que son factibles de alcanzar por empresas chilenas.

Finalmente, vemos avances, pero necesitamos poner el acelerador a fondo a todo nivel para subirnos sí o sí a esta revolución tecnológica, revolución que nos permitirá contar con una industria B2B exportadora que usa las tecnologías en su estado del arte y que cuenta con un capital humano con altas competenticas técnicas, sólo así este cambio será duradero y permanente.

“Es un informe que al ser categórico nos demanda a tomar una serie de acciones que son indispensables para corregir y abordar cada uno de sus aspectos. La idea no es esconder los problemas bajo la alfombra, sino que explicarlos. Estas cosas suceden, más o menos desde fines de la década del 90 e inicios del 2000”, detalló. Según Sharp, el ex alcalde de la comuna, Hernán Pinto (DC), “tomó la decisión de levantar en esos liceos (Técnico y María Luisa Bombal) lo que se llaman áreas productivas, asociadas a las prácticas profesionales que los jóvenes debían realizar para poder licenciarse del oficio que tomaron”. “Estas áreas han funcionado desde hace muchos años (…) Nosotros llegamos a inicios de 2017 y lo que la Contraloría nos dice que esta forma de trabajar estos temas está mal, porque las áreas productivas no están vinculadas a los procesos pedagógicos. Quizás antes esto se toleraba, pero ahora es algo que hay que corregir”, dijo. De acuerdo al testimonio del alcalde, “nosotros tomamos conocimiento de esto a fines de 2018 o inicios de 2019. Es decir, en ese periodo no hubo ninguna mención de la Contraloria, de la Superintendencia o de concejales que dijera que esto está mal”.

Luego, el alcalde sostuvo que “no sé cómo se hacían antes las cosas en esta Corporación o municipalidad, pero mi deber como alcalde es transparentar y hacer una autocrítica. Creo que todo lo que hicimos en la Corporación no fue suficiente para detectar esto, la Contraloría nos dice que faltó control en estas dos escuelas”. “Nos hicimos cargo de una institución moribunda, con un déficit gigantesco, cotizaciones previsionales que se deben de los 80, hemos podido ordenar muchas cosas, subirles el sueldo a los trabajadores. Pero hay cosas que no hemos podido resolver y ahí hay una autocrítica para hacer”, lamentó.

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